Es común en la práctica diaria que cuando los kinesiólogos nos vemos frente a la rehabilitación de un paciente con esguince de tobillo, tengamos dentro de los objetivos de tratamiento ´´trabajar la propiocepción´´ o encontremos tal indicación en el pedido médico. Posiblemente esto sea debido a que en la bibliografía se asocia dicha lesión con un deterioro propioceptivo. (1)

Frente a esta situación las estrategias con la que abordamos este objetivo generalmente son muy variadas y es común que se le proponga al paciente a modo de ejercicio mantener cierto equilibrio o postura de manera desafiante mientras sumamos distintos recursos para complejizar la situación. Muy a menudo observamos que son superficies inestables como el bosu, tabla de freeman, etc. un medio útil para esto.


Pero ¿Realmente las superficies inestables nos ayudan a trabajar la propiocepción del tobillo?

Repasando el concepto, Riemann y Lephart en el año 2002 describieron que el término propiocepción ha sido utilizado de manera errónea dentro del sistema sensoriomotor, mencionándolo como sinónimo  con  el término kinesthesia, (sentido de la posición de la articulación), somatosensación, equilibrio y estabilidad articular refleja. En la descripción original de Sherrington de dicho sistema, la propiocepción se usó para referirse a la información aferente procedente de los propioceptores ubicados en el «campo propioceptivo», el cual  estaba específicamente definido como aquella área del cuerpo «detectada y separada del medio ambiente» por las células superficiales, que contenían receptores especialmente adaptados para los cambios que ocurren dentro del organismo independientemente del «campo interoceptivo» (vísceras).

Asimismo, la propiocepción describe correctamente la información aferente que surge de las áreas periféricas internas del cuerpo que contribuyen al control postural, la estabilidad de las articulaciones y varias sensaciones conscientes.

A diferencia de la propiocepción, el término somatosensorial o somatosensación, engloba toda la información mecanorreceptiva y termoreceptiva que surge de la periferia. Por lo tanto, estos términos no deberían usarse indistintamente.(2)

Tiempo  después otro autor Jay Hertel en el 2008 también considero que el término ha sido utilizado de manera inadecuada en la literatura ortopédica para transmitir la integración de procesos aferentes y eferentes permitiendo la estabilización dinámica de las articulaciones, aclarando que la propiocepción es un fenómeno puramente aferente a la par con otras modalidades sensoriales. (3)

Por lo tanto, ¿Puede la propiocepción del tobillo ser trabajada en superficies inestables?

El primer estudio que citaremos será el de Kiers y colaboradores en 2012, los cuales se preguntaron si los ejercicios  sobre superficies inestables desafiaban la propiocepción específica del tobillo, demostrando que en una población de 100 sujetos sanos de mediana edad, las señales propioceptivas del tríceps sural se utilizaban menos en el mantenimiento de la posición vertical en una superficie inestable que en una de características rígida, por el contrario para los músculos paraespinales, encontraron que las señales propioceptivas se usaron más cuando se paraban sobre la superficie inestable. Entonces se podría concluir que de pie sobre una superficie inestable no se está facilitando el uso de señales propioceptivas de los tobillos en control del equilibrio. Es posible, que los ejercicios sobre una superficie inestable desafíen otros sistemas propioceptivos o regiones del cuerpo.

En otra investigación Lubetzky y col en 2015 realizaron un estudio donde corroboraron la hipótesis de que la dependencia visual se incrementaba en ejercicios sobre superficies inestables en personas jóvenes con y sin historias de esguinces de tobillo, aclarando que en esos pacientes a los cuales la literatura sugiere que deben ser entrenadas para  recuperar la función somatosensorial, aumentar la dependencia visual podría ser contraproducente ya que de esta forma podrían perder la atención del entorno.

El mismo autor en 2017, intentó probar la respuesta de la excursión de oscilación postural de adultos jóvenes sanos y con historial de esguinces de tobillo frente a un estímulo propioceptivo mediante la vibración del tendón de Aquiles lo cual se sabe que crea confusión de la misma cuando los adultos jóvenes están de pie sobre una superficie estable. Mediante el análisis de diferentes variables los investigadores sugieren que las personas asisten menos a las señales propioceptivas de sus piernas cuando se equilibran en superficies inestables en comparación con superficies estables, demostrando así que el entrenamiento propioceptivo podría no estar ocurriendo.

Repasando los conceptos, el término propiocepción de por sí, no describe todos los mecanismo y sistemas que participan en la estabilidad (7). Teniendo en cuenta la información mencionada previamente, los ejercicios en bases inestables no podrían estar direccionados exclusivamente a la propiocepción del tobillo, sino a diferentes capacidades y por lo tanto lo que teóricamente se propone al utilizar las mismas, podría no estar sucediendo. En conclusión, la utilización de una superficie inestable no es indispensable a la hora de la rehabilitación de un esguince de tobillo y podría ser en algunos casos hasta contraproducente.

 

Bibliografía:

  1. Schiftan GS, Ross LA, Hahne AJ. The effectiveness of proprioceptivetraining in preventing ankle sprains in sporting populations: asystematic review and meta-analysis. J Sci Med Sport. 2015;18(3): 238–244.
  2. Riemann Bryan L; Lephart Scott M. The Sensorimotor System, Part I: The Physiologic Basis of Functional Joint Stability Journal of Athletic Training 2002;37(1):71–79.
  3. Hertel J. Sensorimotor deficits with ankle sprains and chronic ankle instability. Clin Sports Med. 2008;27(3):353–370, vii.
  4.       Kiers H, Brumagne S, van Die¨en J, van der Wees P, Vanhees L. Ankle proprioception is not targeted by exercises on an unstable surface. Eur J Appl Physiol. 2012;112(4):1577–1585.
  5. Lubetzky A, Westcott McCoy S, Price R, Ciol A. Young adultslargely depend on vision for postural control when standing on a BOSU ball but not on foam. J Strength Cond Res. 2015; 29(10): 2907–2918.
  6. Response to Tendon Vibration Questions theUnderlying Rationale of Proprioceptive TrainingAnatVilnaiLubetzky, PhD,

Sampietro M.    Propiocepción, Equilibrio, Estabilidad, Estabilidad estática y dinámica. ¿Todo es lo mismo? G-SE 2013.