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Lic. Santiago Soliño – Lic. Andrés Pierobón

 

El dolor lumbar es muy común 

 

Si estás leyendo esto, posiblemente tenes o tuviste alguna vez dolor de espalda. De hecho, casi todos vamos a tener dolor de espalda alguna vez a lo largo de nuestra vida (9 de cada 10 personas tendrán dolor lumbar alguna vez en su vida). Pero aunque eso pueda sonar preocupante, no deberíamos asustarnos tanto. Muchas veces se habla del “Dolor de Espalda” como una entidad seria y de mucho cuidado. Sin embargo, es uno de los síntomas musculoesqueléticos más frecuentes y en muy pocos casos responde a una patología grave.1 

 

Es muy raro que sea grave o permanente

 

Al contrario de lo que muchas personas creen, la columna vertebral es una estructura muy fuerte que no se lesiona con facilidad. Menos del 1% de los dolores lumbares tienen su origen en una patologìa seria. Es por esto que la mayoría de los casos se recuperan con el tiempo. Los estudios científicos muestran que el 90% de los pacientes se recuperan en el transcurso de 6 semanas, aunque no hagan ningún tratamiento.

A pesar de que la intensidad del dolor pueda ser muy alta, esto no se asocia directamente a un problema más serio. Hoy sabemos que más dolor, no significa que hay mayor lesión. Aunque esta condición pueda ser incapacitante y nos preocupe, lo más frecuente es que no sea peligroso ni que empeore con la edad. Las causas para tener dolor lumbar son muchas, pero muy pocas tienen un pronóstico grave. Muchas veces, la persistencia de los síntomas no se relaciona con una lesión seria de la columna, sino a otras causas como el estrés, la fatiga, ansiedad, etc, etc.2

 

El dolor suele originarse con actividades cotidianas

 

Como mencionamos previamente el dolor lumbar tiene muchos orígenes, pero pocos de estos se relacionan con lesiones estructurales graves. La mayoría de los episodios se da por movimientos simples. Estos en ocasiones pueden asociarse a factores mecánicos como cambios en los niveles de actividad física, cargas de entrenamiento o posiciones sostenidas en el tiempo de manera prolongada, pero a su vez, muchas veces se asocia con factores emocionales como el humor, situaciones de estrés, depresión o ansiedad. En muchos casos, el dolor puede aparecer aunque no haya un tejido injuriado.3

 

Hay muchos factores que influyen sobre la percepción del dolor

 

Los disparadores más frecuentes de los dolores de espalda se relacionan con situaciones que modifican nuestra forma de tolerar los estímulos y percibir el dolor. Por esto, situaciones como la falta de sueño, preocupación, estrés, ansiedad o inactividad, pueden disparar estos episodios.

Un hallazgo interesante de las investigaciones realizadas en pacientes con dolor en la columna lumbar muestra que malas expectativas de recuperación, mentalidad negativa y el miedo a moverse están más asociados con el dolor persistente que una lesión estructural en la columna. Por esto, las guías internacionales más actuales suelen recomendar mantener la calma, abordar las situaciones disparadoras para manejar los síntomas e intentar mantenerse en movimiento siempre que los síntomas lo permitan. No siempre el mayor problema está en la espalda.4

 

El dolor lumbar rara vez es debido a una “mala postura”

 

La forma en la que nos sentamos, paramos o agachamos no son la causa del dolor de espalda, incluso cuando estos movimientos son dolorosos. No hay una forma correcta de moverse, ya que todos nos movemos de manera diferente e incluso cada uno varía la forma de moverse cuando lo hace en forma repetida. Es saludable tener posibilidad de moverse de manera variada y poder sentarse, agacharse o levantar objetos de manera relajada y acostumbrar a la columna a las actividades que queremos realizar, de manera progresiva. Aunque intentemos encontrar en una sola causa el origen del dolor, como dijimos previamente, hay muchos factores que pueden influir. Por esto, no podemos esperar que la postura sea responsable de todo el cuadro.  LO MÁS IMPORTANTE ES MODIFICAR LA POSTURA CON FRECUENCIA.5

 

 

Los estudios por imágenes POCAS veces muestran la causa del dolor

 

Los estudios complementarios por imágenes solo son útiles en casos seleccionados. Solemos leer cosas muy preocupantes en los informes de nuestros estudios, pero estos no mencionan que los hallazgos también pueden estar en personas que no tienen dolor. Estudios realizados en personas SIN DOLOR muestran que la mitad de las personas de 30 años de edad tiene degeneración discal y 35% de las personas de 50 años tiene protusiones. 

Por último, muchos hallazgos pueden modificarse con el tiempo, hasta el 83% de las hernias pueden reabsorberse. Es frecuente encontrar disociación entre la imagen y la sintomatología. Por esto, los resultados de un estudio por imágenes no predicen cómo va a ser nuestro cuadro clínico ni cuánto tiempo nos va a doler.6

 

Es importante intentar mantenerse activo!

 

Tu columna está diseñada para el movimiento. Cuanto antes te muevas y realices tus actividades normales, te sentirás mejor más rápidamente. Evitá el reposo absoluto y comienza a moverte todo lo que puedas mientras tus síntomas lo permitan. Al contrario de lo que se pensó hace algunas décadas y muchos aùn sostienen, el ejercicio es beneficioso para mejorar. Este genera muchas adaptaciones en el cuerpo que permiten tolerar mejor el dolor y libera endorfinas que nos sirven de analgesia. Con el tiempo y progresando lentamente, el ejercicio ayudará a controlar el dolor, regularizar el sueño y mejorar el estado de ánimo.7

 

Cuidado con la Información que leemos! 

 

Hay mucha información en los MEDIOS y en INTERNET sobre el dolor de espalda pero muy poca es de rigor científico. Siempre que tengas dudas consulta a un profesional de la salud (médico, kinesiólogo). Y cuidado, nuestros consejos son generales y pueden variar según cada caso en particular.

 

Referencias

 

  1. Hoy D, Brooks P, Blyth F, Buchbinder R. The Epidemiology of low back pain. Best Pract Res Clin Rheumatol  
  2. da C Menezes Costa L, Maher CG, Hancock MJ, McAuley JH, Herbert RD, Costa LO. The prognosis of acute and persistent low-back pain: a meta-analysis. CMAJ. 2012 Aug 7;184(11):E613-24. doi: 10.1503/cmaj.111271.
  3. O’Sullivan P. Diagnosis and classification of chronic low back pain disorders: maladaptive movement and motor control impairments as underlying mechanisms. Man Ther. 2005 Nov;10(4):242-55. Epub 2005 Sep 9. Review
  4. Oliveira CB, Maher CG, Pinto RZ, Traeger AC, Lin CC, Chenot JF, van Tulder M, Koes BW. Clinical practice guidelines for the management of non-specific low back pain in primary care: an updated overview. Eur Spine J. 2018 Nov;27(11):2791-2803. doi: 10.1007/s00586-018-5673-2.
  5. Slater D, Korakakis V, O’Sullivan P, Nolan D, O’Sullivan K. «Sit Up Straight»: Time to Re-evaluate. J Orthop Sports Phys Ther. 2019 Aug
  6. Brinjikji W, et al. Systematic literature review of imaging features of spinal degeneration in asymptomatic populations. AJNR Am J Neuroradiol. 2015
  7. George SZ, et al. Interventions for the Management of Acute and Chronic Low Back Pain: Revision 2021. J Orthop Sports Phys Ther. 2021 Nov.